Ciudad Victoria, Tamaulipas. — La visita de la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, a Ciudad Victoria se vio marcada por un emotivo y urgente llamado de justicia. A su arribo al aeropuerto local, familiares de Ana Paola, una menor víctima de un presunto caso de negligencia médica, se acercaron a la mandataria para exigir atención a un caso que, a más de un año de ocurrido, sigue sin avances significativos por parte de las autoridades.

La presidenta fue recibida por manifestantes que portaban pancartas y fotografías de la menor. De forma inusual, Sheinbaum accedió a detenerse y escuchar brevemente a los familiares, quienes expusieron su desesperación ante la falta de justicia y conoció en persona a la menor afectada. 

De acuerdo con la denuncia pública, Ana Paola fue intervenida quirúrgicamente tras un accidente ocurrido en el Paseo Méndez de Ciudad Victoria. La operación, catalogada como de rutina, se tornó crítica cuando el anestesiólogo Joel N hijo del actual secretario de Salud estatal, Vicente Joel Hernández Navarro, presuntamente abandonó la sala de operaciones durante el procedimiento.

Esta omisión habría provocado un paro cardiorrespiratorio de 15 minutos en la menor, periodo en el cual su cerebro dejó de recibir oxígeno, resultando en daños neurológicos severos e irreversibles.

La familia también denunció fallas en los equipos del Hospital Regional de Alta Especialidad de Ciudad Victoria y una aparente estrategia de ocultamiento de información. Durante semanas, se les negó la gravedad del estado de salud de su hija. Solo con la intervención de médicos externos, convocados por los propios padres, se confirmó que la niña había perdido la vista, la capacidad de hablar, moverse y desarrollarse con normalidad.

"Pasamos de tener una hija alegre, que bailaba, reía y cantaba, a verla atrapada en una silla de ruedas, con la mirada perdida", expresaron los padres de Ana Paola.

A pesar de la gravedad del caso, la Comisión Estatal de Derechos Humanos tardó nueve meses en emitir una respuesta formal, mientras que la Fiscalía estatal mantiene el caso virtualmente detenido. Hasta la fecha, no se ha iniciado ningún proceso penal contra el personal médico involucrado.

"Lo que buscamos no es una compensación económica. Ninguna cantidad nos va a devolver a nuestra hija como era. Queremos justicia para Ana y que ninguna otra familia viva esto", sentenció la madre de la menor.

El breve encuentro con la presidenta Sheinbaum representa, para la familia, una pequeña ventana de esperanza. “Al principio nos hablaron con supuesta empatía, hoy solo queda su indiferencia”, denunciaron.

Ahora esperan que este gesto se traduzca en acciones concretas desde el Gobierno Federal, ante el silencio de las autoridades estatales.